Alrededor de 1997, en una conversación que sostuve con el Doctor Guillermo Sanín, antiguo rector de Eafit y director de Eafit Llanogrande en ese momento, me contó, que muchos de los senderos peatonales de la universidad eran construidos, porque, previo a su construcción, la misma población de la universidad ya habían trazado sus trayectorias al caminar periódicamente sobre los prados o los jardines. Esa idea se quedó clavada en mi subconsciente y siempre aflora cuando transito por un sendero en tierra sin construir.
La idea del Doctor Sanín es una de las mejores formas para trazar las nuevas aceras y senderos peatonales de una ciudad. En Rionegro, en general, tenemos una gran necesidad de aceras y senderos peatonales que permitan un movilidad más eficiente y segura, tanto de personas como ciclistas. La necesidad de aceras es generalizada en todo el municipio de Rionegro, en algunos casos porque no existen, no se trazaron, no se necesitaban, o, simplemente, porque no se planearon. En este artículo, me quiero referir al sendero trazado por más de 40 años por los peatones, desde el puente peatonal del sector Los Colegios, pasando por el estadio Alberto Grisales hasta llegar al puente de Autolarte; un sendero que siempre se ha utilizado y necesitado. ¿Por qué nunca se ha hecho un sendero decente para los miles de transeúntes que se movilizan por este lugar diariamente?
Sendero al que se refiere este artículo. Elaboracion propia.
Era el año 1988, ya para ese año había cursado quinto de primaria en la Escuela Juan Manuel González Arbeláez y el siguiente paso era seguir con el bachillerato. En consenso con mis padres decidimos que la mejor alternativa para empezar esta etapa era estudiar en el Instituto Técnico Industrial Santiago de Arma (ITISA), una institución de mucha calidad, con muy buena reputación y cerca de mi casa en el barrio Laureles. Para ese entonces el transporte urbano en el municipio ya existía, pero la gran mayoría de estudiantes del sector de los colegios transitábamos a pie, ya fuera por el Puente Mejía o por el sendero al cual hago alusión en este artículo. Este sendero comunica el sector de Los Colegios desde la Avenida Juan de Dios Morales, pasando por el Estadio Alberto Grisales hasta llegar al puente de Autolarte, y, así, seguir por la Avenida de los Estudiantes, carrera 50, hasta el parque principal. Para la época el tránsito por este sendero no era muy diferente a lo que es ahora, se debía pasar por una serie de arbustos que existían donde hoy es aproximadamente las canchas de tenis, para posteriormente seguir sorteando el camino hasta el puente de Autolarte. El gran problema, en ese momento, era la gran inseguridad que teníamos los estudiantes, pues para ese entonces existían pandillas en Rionegro conformadas por los acosadores de la época (como, por ejemplo, el Congo, el Choibo, el Ruñido, entre otros), que nos atracaban y nos robaban a los jóvenes, ya fuera dinero o cualquier prenda de vestir que a ellos le gustara. En la temporada de lluvias era tremendo el paso por este lugar, pues el pantano arremetía y obligatoriamente había que llegar a lavar los zapatos a la casa. Obviamente otro factor era la oscuridad, pues las clases terminaban después de las 6 de la tarde, en este momento el día iba cayendo y la falta de iluminación era otro obstáculo para sortear en este trayecto. También se hablaba frecuentemente de violaciones a estudiantes, lo cual era un tema bastante grave. La eficiencia que da este sendero para llegar al Centro Histórico desde el sector de Los Colegios es tal, que las personas asumen los riesgos todavía.
Parece increíble; pero la situación que acabo describir es casi la misma que sucede 30 años después, hoy en día. Con el agravante que cada vez nos vamos acercando más al río, pues todos los terrenos dónde está el estadio y la unidad deportiva eran llanuras de inundación que han sido agredidas y arrebatadas al río para desarrollar los complejos deportivos que hoy tenemos, que al fin y al cabo cumplen con la necesidad de otorgar espacio público para el desarrollo actividades deportivas; pero no podemos negar el gran daño ambiental que se ha causado. Es grave también la forma como han permitido que parqueaderos se acerquen bastante a lo que es el espacio de retiro y zona de inundación del río; pero bueno, ese es tema de otro artículo.
Hoy en día, por ese sendero, construido por la necesidad, circulan todo tipo de personas desde y hacia el Centro Histórico de Rionegro. Entre las instituciones educativas que alberga el sector de Los Colegios aportan aproximadamente 6.000 estudiantes para transitar por el sector, que por lo general o en un gran porcentaje transitan a pie utilizando este sendero. También este sendero sirve para la creciente población de este sector, que se ha convertido en uno de los polos de más desarrollo urbanístico de Rionegro; por lo cual existe una necesidad de proporcionar senderos adecuados, iluminados y seguros para permitir el tránsito de este grupo poblacional hacia y desde el Centro Histórico. También, este sendero es usado por las diferentes personas que asisten a diferentes eventos deportivos, que se ofrecen en el estadio Alberto Grisales, en el Coliseo Iván Ramiro Córdoba, o en algún otro escenario del complejo deportivo. Es decir que este sendero es de un uso permanente por diferentes grupos poblacionales que tiene necesidades de movilidad y de actividad en estos sectores de la ciudad, y que por un tema de eficiencia, lo usan como una forma válida de trasladarse a través de esta sección del territorio.
¿Y qué debemos hacer?
Desde que tengo memoria este camino siempre ha existido, y es una lástima que no hayamos proporcionado como ciudad una mejor alternativa para el tránsito de estudiantes, deportistas y ciudadanos del sector, a través de estos importantes espacios de la ciudad. Si bien existe la alternativa del uso del sendero del Puente Mejía, la eficiencia del sendero en cuestión en este artículo, hace que las personas no tomen la opción del puente. El sendero a través del estadio es un trayecto más corto y de ahorro de tiempo; además de conectar diferentes espacios de la ciudad.
La alternativa es construir un sendero adecuado que comunique desde el puente peatonal sobre la Avenida Juan de Dios Morales, pasando por el sector del skatepark, desde allí construir un puente sobre el río y sobre la calle 45, y que terminen en la parte de atrás del Centro Comercial Córdoba, acercando a cualquier transeúnte, que vaya desde Los Colegios al Centro Histórico, a sólo dos cuadras del parque principal
Propuesta de sendero nuevo, con la construcción de un nuevo puente sobre el río Negro y la calle 43 con un nuevo acceso en la parte posterior del Centro Comercial Cordoba. Elaboración propia.
Obviamente construir este sendero implica una serie de factores que se deben analizar:
- Parte de los terrenos en la parte trasera del Centro Comercial Córdoba son propiedad de ellos, por lo cual se debería comprar o negociar con el centro comercial la apertura de un acceso por este lugar.
- Este nuevo sendero se convertiría en un nuevo trayecto de la red de ciclorrutas del municipio; por lo cual, y es obvio, debe permitirse el tránsito de bicicletas y de peatones. El ancho de este sendero debe ser generoso, pues recordemos que por aquí transitarían miles de estudiantes y de transeúntes diariamente, en especial en horas pico.
- Se hace necesario reubicar parte del skatepark, pues para hacer este sendero de una forma eficiente debe pasar aproximadamente encima del pozo pequeño del skatepark. Una alternativa puede ser reubicarlo en el lote anexo, entre el pozo principal del skatepark y la pista de bicicross.
- Se debe construir un sendero que tenga los elementos que hacen falta. Hoy hacen falta iluminación, mayor seguridad, buena señalización, etc.
- Se debe socializar con todos los habitantes y comerciantes del Centro Comercial Córdoba; pues si bien el acceso desde la Calle 43 está cerrado en la parte trasera del centro comercial, al abrirla al tránsito de estudiantes y transeúntes el flujo de personas sería considerable, por lo cual los locales comerciales de este centro comercial, ubicados en la plazoleta y en sus alrededores, tendrían una oportunidad de establecer negocios más rentables y viables económicamente.
- El establecimiento de este sendero para comunicar estos dos sectores de la ciudad, permitirían crear fuentes de trabajo y emprendimiento establecidos en el proyecto del Corredor Naranja del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que hacen parte del plan de acción Rionegro Ciudad Sostenible y Competitiva. De esta forma, emprendimientos creativos se pueden ubicar en los alrededores de estos senderos, pues son lugares que ya contemplan la movilidad de personas alrededor de ellos; pero con un sendero establecido proporcionarían nuevos espacios públicos en los cuales los emprendimientos podrían llegar a brindar una oferta comercial a los transeúntes y generar seguridad en estos sectores de la ciudad. Las ventas de frutas, cafés, comidas típicas, etcétera, podrían ser parte de la oferta de estos nuevos emprendimientos asentados en estos senderos.
Otra alternativa para solucionar el problema de movilidad en el sector sería construir las aceras y ciclorutas siguiendo el camino actualmente trazado por los transeúntes, sin la construcción del puente sobre la calle 43. Está propuesta coincide con los planes de construir un malecón siguiendo el cauce del río Negro, desde los bomberos hasta la glorieta de la Fraternidad, el cual es un proyecto muy importante, también, para el desarrollo del cinturón naranja.
Para finalizar, podríamos comentar que simplemente se podría mejorar la superficie del actual sendero y ubicar algunas luminarias. Es claro que el uso de este sendero desde hace cerca de 40 años hasta el momento es innegable y a pesar de los atracos, a pesar de la inseguridad, a pesar de el pantano; la gente lo va a seguir utilizando, pues es un lugar eficiente para movilizarse en estos sectores.
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